Entro con expectación: hay silencio, orden y belleza. Camino y contemplo poco a poco cada pieza de arte. Me acerco, intento adivinar y luego leo para comprobar que he acertado, o no. Sí, es Wifredo Lam y Rothko y esto es de Rauschenberg. Herencia de mi madre, ya desde bien pequeñas a mis hermanas y a mí nos hacía patear los museos de las capitales adivinando los artistas, dándonos pistas para que pudiéramos hacerlo nosotras. Al principio nos aburríamos un poco pero en seguida nos picó el gusanillo del arte y hasta ahora. Pero no es solo el placer de ver cuadros, esculturas, fotos o edificios de lo que quiero hablar, yo quiero hablar de la sensación que me produce. Un cosquilleo semejante a un masaje, una calma…una emoción contenida, el tiempo se para, solo la obra de arte y yo enfrente, todo es perfecto, me hincho como un pavo, se me eriza la piel, me pongo contenta. También me pasa con alguna música, que me secuestra. Supongo que debe ser lo más parecido a lo que les pasa a los creyentes cuando entran en una iglesia o en un templo. Supongo. Ahora yo pateo los museos con mis hijos a la espera de que se les despierte ese gusanillo aunque quizás su templo esté en otra parte.
«A thing of beauty is a joy for ever» John Keats
http://www.tate.org.uk/visit/tate-modern
http://www.serpentinegalleries.org
http://www.salvador-dali.org/museus/teatre-museu-dali/es_index/
https://www.theguardian.com/books/2015/sep/22/the-flyaway-success-of-the-ladybird-art-prank
diana
Qué bonitas las fotos Jasmín
maresdebarcelona
Gracias Diana
tatiana
buuuf… que bonito texto y que precioso mensaje.
maresdebarcelona
Gracias Tatiana, qué bonito que me leas y me escribas 🙂
CRISTINA RIVAS
La bellesa salvarà el món. Un petó, guapa.
maresdebarcelona
Esperem que sí. A bientôt chèrie!